A 40 millas nauticas de la costa almeriense se encuentra la desconocida isla de Alborán. Mide menos de un kilómetro de largo con una orografía plana y barrida casi continuamente por vientos de poniente o levante. Los musulmanes la bautizaron como "Ombligo de mar" y se cree que debe su nombre al pirata moro almeriense Al-Borani, que solía refugiarse en la isla, donde la leyenda asegura que escondía sus tesoros. En su superficie se encuentran algunas joyas botánicas y la rara gaviota de Audouín. En sus fondos, toda la riqueza del mundo marino.
La proteccion de este medio natural, a medio camino entre Europa y Africa, ha sido solicitada desde diversas instancias y es ahora cuando la Junta de Andalucía ha acordado la formulación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) de la Isla de Alborán, que será elaborado con carácter previo a su declaración como Espacio Natural Protegido.
En la actualidad la isla está considerada como reserva marina y de pesca. El plan que en un futuro próximo regulará este espacio es un instrumento de planificación ambiental y de protección de los ecosistemas, con el que se pretende compatibilizar la conservación de la zona y el aprovechamiento sostenido de sus recursos naturales. Será el marco de referencia para el resto de las actuaciones de naturaleza urbanística, ambiental o de otro tipo que se realicen en la isla.
Los objetivos y contenidos del PORN están establecidos en la Ley de Conservación de los Espacios Naturales Protegidos y de la Flora y Fauna Silvestres, que asegura la estabilidad del ecosistema mientras dura la tramitacion del plan, ya que no podrán realizarse actuaciones que supongan una transformación sensible de su realidad física y biológica. Este plan de ordenación abarcará la superficie de la Isla de Alborán y los fondos marinos comprendidos en un radio máximo de 12 millas marinas.
Los fondos de Alborán reflejan una riqueza animal y vegetal de alto valor ecológico, con la presencia de numerosas especies endémicas de procedencia atlántica y mediterránea, algunas amenazadas o en peligro de extinción. Se encuentra en un enclave privilegiado, ya que es el centro de la frontera entre dos mares (Mediterráneo y Atlántico) que constituyen sendas cuencas oceanográficas totalmente diferentes, que generan un sistema de corrientes superpuestas y de sentido contrario, que dan al lugar una dinámica oceanográfica singular y mayor que en el resto del Mediterráneo, lo que provoca unos procesos biológicos y meteorológicos únicos. La protección es imprescindible porque esta zona soporta, desde hace mucho tiempo, numerosas actividades humanas, pesca indiscriminada y tráfico de buques, que generan desequilibrios de sus recursos naturales.
Riqueza biologica
La vegetación es escasa y de pequeño porte pero sin embargo posee algunos endemismos, plantas exclusivas de la isla, como Senecio alboranicus, Diplotaxis siettiana y Anacyclus alboranensis. Otros endemismos dignos de destacar son el coleóptero Zofosis alborana y el molusco terrestre Helix alboranensis.
En la isla no existen anfibios y el único mamífero terrestre es el ratón moruno. Destaca la presencia de una importante colonia de gaviotas de Audouín, que comparten espacio con las gaviotas patiamarillas y el paíño común.
Su principal interés radica en los fondos marinos, con una flora muy variada, incluidas grandes algas pardas conocidas como laminarias, de más de dos metros de longitud, que albergan a su vez gran número de especies animales, como esponjas, cangrejos y moluscos.
La isla posee un enorme gradiente de profundidades que llegan hasta los mil metros. La naturaleza volcánica de la isla hace que el fondo sea fundamentalmente rocoso e irregular, por lo que se pueden desarrollar allí muchas especies. Existen corales, tanto el rojo, casi esquilmado por el abuso de sus recolecciones, como el amarillo, Astroides calycularis (falso coral), anémonas, peces, erizos, gran variedad de estrellas. esponjas o moluscos, entre los que destaca la Patella ferruginea, casi al borde de la extinción, una lapa de unos 10 centímetros.
Entre los peces abundan los lábridos y espáridos, aunque tambien pueden verse peces torpedo, rayas, marrajos, tintoreras y cazones. Es, además, paso de ballenas y delfines.
Cuevas
A pesar de su pequeño tamaño la isla posee varias cuevas de gran belleza, con nombres tan evocadores como Cueva de las Lapas, Cueva del Pagel, o Cueva del Lobo marino y algunas incluso cuentan con lagunas subterráneas. Sus proximidades son buenos lugares para la observacion de aves marinas. En ellas abundaban las focas monje.
Separado de la isla unos cincuenta metros por el canal de las Morenas se encuentra el Islote de la Nube, que cuando el tiempo es favorable ofrece unos magníficos espacios para la observación submarina.